“La idolatría de Mammón, el dios de las riquezas, se ha apropiado del mundo y es sólo una parte de la blasfemia más amplia por la cual nuestra sociedad ha sacrificado prácticamente todos sus principios en el altar del consumismo.” Tal es la crítica de la Revda. Dra. Monica Jyotsana Melanchthon, de la Iglesia Evangélica Luterana de Andhra en la India, quien presentó una conferencia principal sobre el subtema “La salvación no se vende” en la Duodécima Asamblea de la Federación Luterana Mundial (FLM) que se celebra en Windhoek, Namibia, el 12 de mayo.
“Dado que nos comprometemos con la filosofía del mercado con una devoción cuasi religiosa,” dijo la teóloga que “todos los valores morales y sociales están sujetos al rigor de la competencia en el mercado.”
En su conferencia principal, la teóloga india advirtió acerca de “los teleevangelistas que venden salvación, sanación y prosperidad.” Dijo que esto “equivale a distorsionar la auténtica teología cristiana en aras de una ganancia financiera,” y criticó a las iglesias que usan “las estrategias de las grandes empresas para comercializar su marca de fe.”
“La tendencia es vender el cristianismo a las audiencias mediante los mismos métodos que resultaron exitosos para la venta de detergentes de agua fría y desodorantes.”
La explotación de las vulnerabilidades de la gente
Melanchthon, que trabaja como profesora en Australia, señala que “gran parte de la violencia y el derramamiento de sangre en este mundo surgen de la creencia intolerante de cada religión de que sólo ella es capaz de brindar la salvación definitiva a la humanidad.” Para la disertante, “la codicia de riquezas y la codicia de poder actúan codo a codo para explotar la vulnerabilidad de la gente que está atrapada en una red de pobreza, opresión sistemática, conflicto y violencia.”
En oposición a ello, Melanchthon dijo que “una teología de la salvación emerge de la dolorosa realidad de las injusticias y las heridas—pero también refleja un anhelo desesperado de Dios, porque sólo Dios puede liberarnos de nuestro quebrantamiento.” Según esta perspectiva, la salvación “es un don otorgado a toda la humanidad independientemente del género, la clase, la raza, la orientación sexual o la religión, dado que no tenemos la capacidad de salvarnos a nosotros mismos y a nosotras mismas.”
La Revda. Danielle Dokman, de la Iglesia Evangélica Luterana en Surinam, y la Revda. Eva Hadem, de la Iglesia Protestante en Alemania Central, ofrecieron sus reacciones a la conferencia principal.
“La salvación no se vende” es uno de los tres subtemas de la Duodécima Asamblea de la FLM, que se reúne bajo el tema principal “Libres por la gracia de Dios.” “La economía y el dinero son dos de los motores principales del mundo hoy,” dijo Anne Burghardt, Secretaria de Estudios para Relaciones Ecuménicas, agregando: “Espero que nuestras iglesias miembro discutan cómo abordar esta cuestión y cómo comunicar mejor hoy el mensaje del amor incondicional de Dios.”