El Rev. José Pilar Alvarez Cabrera es el Coordinador General de la Iglesia Luterana Guatemalteca (ILUGUA), una de las Iglesias más recientes en haberse incorporado a la Federación Luterana Mundial (FLM), entiende a la Asamblea 2017 como un espacio donde encontrar fuerza y fortaleza para seguir anunciando que la creación no se vende y que los derechos de las personas no se venden.
“Es la primera vez que participamos en una Asamblea de la FLM, de la que somos miembros desde 2014; sin embargo, hemos sentido un acompañamiento muy importante, pues nos hemos integrado, hemos estado dando nuestro aporte y eso no solo repercute en el fortalecimiento de nuestra Iglesia, sino en la interrelación con las otras Iglesias de alrededor del mundo”.
Pilar Cabrera tiene una larga historia en su país en la defensa de las personas más desprotegidas, ya que desde hace varios años está trabajando junto a las comunidades para que puedan acceder al agua. En varias regiones de su país las fuentes de agua se encuentran en propiedades privadas e inaccesibles para la población más pobre. Sobre ese trabajo señaló que “ha sido un acompañamiento a las comunidades campesinas e indígenas por la defensa de los derechos humanos, la defensa de su territorio y el derecho humano al agua” y que hoy se encuentran pidiendo al Estado de Guatemala una Ley que declare la protección de los manantiales de las Montañas del Macizo de Merendón, que beneficia con el agua a unas 600 mil personas en el corredor seco de Zacapa y Chiquimula.
“Por esta labor hemos tenido muchos inconvenientes, amenazas, ataques, encarcelamiento, han matado algunos de nuestros líderes; sin embargo, a través del esfuerzo ecuménico y colectivo, nos acercamos y nos unimos para tener más fuerza frente a la criminilización, que busca dividirnos y atemorizarnos para que no reclamemos nuestros derechos”, dijo.
“La creación no se vende, porque es un don de Dios y no puede ser privatizado ni negociado y esto nos da fuerza en nuestro mensaje Evangélico y ecuménico en favor de la defensa de los bienes naturales de todos y de todas”.
Esta misma tarea del líder luterano guatemalteco le ha costado persecución política e incluso tener que contar con protección internacional. Sin embargo, tal como también refiere el Pastor Pilar Cabrera, a pesar del miedo siempre se han levantado y se han sobrepuesto: “el miedo no nos puede paralizar, el miedo no nos puede detener; tenemos que armarnos de fuerza y eso sólo se logra a través de la unidad que experimentamos y lo que buscamos es para el beneficio de toda la población”, finalizó.
Una señal esperanzadora ocurre en Guatemala a partir de los últimos dos años, porque se ha encarado una lucha contra la corrupción. Esto ha traído como consecuencia, entre otras cosas, el encarcelamiento del anterior Presidente y Vicepresidente de la República debido a comprobados casos de corrupción. Sin dudas, las denuncias realizadas por las Iglesias y organizaciones sociales han contribuido a que estos procesos comiencen a desarrollarse y se vayan profundizando.
FLM/Eugenio Albrecht