Etiopía, El Congo, y Tanzania son algunos de los países afectados por la creciente problemática de usurpación de tierras, que no es nueva, pero que sí va en aumento, poniendo a las comunidades más pobres en mayor inestabilidad.
“La tierra es el último recurso de la gente pobre”; explica Geoffrey Kalugendo, Coordinador del programa de Comunión para enfrentar la pobreza y las injusticias económicas”, de África, quien asegura que las comunidades no están protegidas por sus gobiernos, porque no hay verdaderas políticas para que se respeten sus derechos, pero también hay corrupción de algunos funcionarios que se dejan sobornar por los inversores.
Esto fue parte del taller sobre derecho y usurpación de la tierra, que se realizó en el marco de la 12ª Asamblea de la Federación Luterana Mundial (FLM), que se realiza en Windoek, Namibia, y que tiene por lema: “Libres por la Gracia de Dios”.
En ese sentido, Ojot Miro Ojulu, oficial de Incidencia de la FLM, explicó durante su exposición que muchas de las usurpaciones de tierras, incluso son legales, y que se hacen falsas promesas de ayuda a los agricultores. Al respecto, Geoffrey dijo que pese a las promesas, la gente es despojada de sus propiedades.
Agregó que además los campos son cultivados, pero los alimentos cosechados no son para las poblaciones locales, sino para exportarlas a países como Arabia Saudí, China y Sudán. Explicó que había una especie de carrera para controlar la mayor cantidad de terrenos para controlar también el recurso acuífero, hecho que le resulta preocupante: “el agua se está secando”; enfatizó.
Asimismo, denunció también que instituciones académicas son parte de esta práctica, y todo, es consentido por los gobiernos que no tienen políticas claras de protección. Al respecto, ya se han hechos señalamientos en contra de estos hechos que son una nueva forma de esclavizar a las personas, que como hijas de Dios tienen derechos que se les deben respetar. En este contexto, la FLM trabaja para apoyar a estas comunidades, lo que es anuente al sub tema de la 12ª Asamblea de la Federación. “La creación no se vende”; es así que es un compromiso de las luteranas y luteranos acompañar, defender y velar por sus semejantes.
FLM/Zoraya Urbina