La Pastora Cibele Kuss es la delegada de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en Brasil (IECLB), la iglesia miembro más grande de América Latina y con una sólida historia de compromiso diacónico y profético. Desde su mirada, Kuss destaca justamente la importancia de lo que consideró un llamado a hacer diaconía profética, lo que a su juicio desafía a las iglesias a abrir el diálogo con la sociedad civil y levantar la voz en los actuales contextos de proliferación del fascismo, el fundamentalismo y la violencia.
“Me siento con mucha energía y con mucho ánimo, porque el tema se está debatiendo desde las perspectivas teológica, de género, de justicia ambiental y de diaconía profética”, dijo la pastora brasileña, que se mostró muy entusiasmada a partir del llamamiento que se está haciendo en los diferentes espacios y momentos que se desarrollan en la Asamblea en Namibia.
Dijo sentirse especialmente impresionada por la frecuencia con que surge el tema “diaconía profética” y el llamado a levantar la voz ante la injusticia y las situaciones de sufrimiento: “Esto nos señala la importancia de actualizar nuestra narrativa teológica a partir de la diaconía profética” dijo, refiriendo a la voz en los espacios públicos, especialmente en el período de la celebración de los 500 años de la Reforma “en el contexto de proliferación de la violencia, del fundamentalismo y el fascismo en diversos continentes”, remarcó.
La Pastora Cibele Kuss manifestó también que la Federación Luterana Mundial también inspira a las iglesias de América Latina frente a la realidad de la profundización del autoritarismo. Además, consideró “debemos crear espacios de diálogo, que se encaminen a construir nuestra propia política de justicia de género y nuestro propio discurso, desde la perspectiva de la democracia”.
Sobre el lugar de las iglesias en la sociedad, destacó que a menudo ésta espera acompañamiento y palabras de esperanza, que apuntalen la justicia, los derechos y la misericordia: “tenemos mucho para decir a partir de nuestros valores cristianos y luteranos, a una sociedad que necesita apoyo”. Finalmente destacó que es allí dónde las iglesias aprenden a ser iglesias, porque la sociedad las desafía, las critica y les exige apertura y trabajo en conjunto.
FLM/Eugenio Albrecht